Si te cae un rayo… no es culpa nuestra

Unos días antes de mandar a reparar mis córneas tuve que pasar por la clínica a recoger una autorización; para los menos versados en la materia (o sea, todo el mundo, porque uno no se suele informar de las cosas hasta que le dicen «te quedan tres días de vida y se me olvidó llamarte anoche»), la cosa que me hicieron a mí se llama queratomileusis asistida por láser, mucho nombre pa luego un churro de operación que da decepción ya con lo que dura (ya la contaré, no tengáis prisa).

La cuestión es que pal churro este, como para cualquier intervención quirúrgica, hay que firmar unos papelitos donde te explican los riesgos a los que te exponen y las cosas que te pueden pasar durante y después de la intervención. La lista de desgracias es realmente interminable, vamos que si te la presentan al principio de pensarte si te operas o no, los mandas a la mierda y no te operas aunque se te estén cayendo los ojos a trozos o vayas peor que Rompetechos por la vida.

Así por encima la lista de cosas que podrían ocurrir incluye: que puede ser que no recupere toda la visión de golpe y siga necesitando gafas, que puede ser que no recupere toda la visión y no tenga arreglo con gafas, que las luces fuertes en alto contraste se vean con halos (que me resbala, mi fotofobia ya hacía que los viera antes), que el día menos pensado se me pueden caer las córneas al suelo sin previo aviso, que me aumente la miopía después y me quede como estoy, y una retahíla de cosas menos importantes como infección, perforación, el lentículo corneal a tomar por culo, alteraciones de la regularidad de visión (digo yo que esto será como las moscas, que ven diferente con cada parte del ojo), descentramiento del láser (que yo no tengo, supongo que se referirá a que ellos la caguen), así como que las gotas me dejen los ojos igual que si me pegaran una paliza, que si estás como un queso la enfermera no se pueda resistir y te fiole vilmente mientras no puedes defenderte en la camilla de operaciones.

De hecho, la lista es tan grande y tan larga que si un terremoto, un huracán y una invasión alinígena empezaran a la misma vez que la operación dificilmente podrían llegar a ocurrir la mitad de las desgracias que aparecen en la lista, pero oye, que acojonar acojona. Lo que pasa es que cuando ya te has dejado la pasta en las pruebas y te plantan la lista con el firme aquí, es como si tuvieras un enano metido en el tímpano que lo único que hace es repetir no hay huevos, no hay huevos, y mira, pasta poca, acojonao… mucho. Pero. ¿Huevos? ¿Huevos? Será por huevos, de sobra que tengo, anda trae pa’cá el bolígrafo que te voy a poner aquí una firma que se va a cagar la perra…

6 pensamientos en “Si te cae un rayo… no es culpa nuestra

  1. Ezne

    juas juas…

    Que ya lo sabia yo… oyes, que huevos no pueden faltar.

    ¿Crees que habría alguna posibilidad de que ocurriese un terremoto, un huracan y una invasion alienigena al mismo tiempo?? Serian asi de desconsiderados???

    Un beso!

    Responder
  2. conan

    vo, no tiene merito, conociendote algo seguro k paso x tu cabeza la idea d verte a ti mismo levantandote de la mesa de operaciones, cojiendo a la maziza enfermera en un brazo y con el otro arrancando el laser del soporte para cargarte a los alienigenas y con un tiro perdio de paso solucionar el problema del terremoto……….

    :P

    Responder
  3. AOH/Rasczak

    Su, al final todo se reduce a los huevos, si no fuera por ello qué sería de las gallinas.

    Ezne, tú riete pero sin huevos la vida sería muy aburrida. Por otro lado sí, un terremoto, un huracán y una invasión alienígena todos a una (como en Fuenteovejuna) sería una falta de consideración importante.

    Conan, la cosa sería como sigue: esquivando meteoritos (que se me olvidó mencionarlo antes) me agarro a la enfermera por la cintura y salto a un lado (sin soltar a la jamelga), acto seguido con la mano que me queda libre agarro el cacharro láser por los cables y lo giro contrasentido al del huracán, devolviéndole la normalidad al viento; con el último giro le meto una yoya importante al jefe de los zombies (que también se me había olvidao nombrarlo antes, la vejez ya se sabe), cojo el láser y lo apunto al epicentro del terremoto, con puntería suficiente para hacer un agujero en la corteza y proyectar un tremendo chorro de magma cuya presión estaba provocando el movimiento de tierras y que impacta de lleno en la nave nodriza extraterrestre, que se va a pique y acaba de un tirón con la invasión extraterrestre, liberando un virus que aniquila a los zombies y a todos los abogados del planeta… Después digo una frase chocante del estilo «en mis tiempos estas cosas no pasaban», y me termino la operación yo solo apuntandome a ojo sin soltar a la enfermera que me pide a gritos una docena de hijos… Cómo me conoces, perrilla. XD

    Responder
  4. kamala



    Jajajaja, bueno, me alegro de que «por tus huevos», ya estés operado jajaja. A ver qué tal vas viendo y eso.

    Me he partido de risa con Su, diciendo que esa era tu frase del día jajajaja. Ay madre, hoy estoy espesita, pero me alegro de verte.

    Un beso.

    Responder
  5. cabechas

    si kfuera asi serias tan coño ,por salado o es que la naturaleza lo agarro con tigo,de todas formasevita que la naturaleza se revele .cuidala y protejela o lo llevaremos ha la destruccion es mas es la unica fuente de abastecimientos,poir esdo coños cuidemos la naturalezxa

    Responder

Responder a conan Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *