Archivo de la categoría: El plan Antoñito

Hoy… secesión. Mañana… el mundo. XD

El plan Antoñito IV

Mi prima Leti (si compartimos apellido será que somos familia), que no se si sabéis que es una rubia de bastante buen ver que se casó con el Príncipe Felipe, y que está visto que tiene un gran caracter (dame, dame, dame en el culete) se quedó preñada, o eso dicen. Cuando me enteré de que mi prima Leti pegaba el bragu… perdón, se casaba con el Príncipe, a mí me dio una tremendísima alegría porque entre otras cosas mete a todos los de la familia en la línea de sucesión (chúpate esa Lequio), con lo que por fin tenía una posibilidad real de acabar siendo el rey del mambo sin mover un dedo (total, que es que diñen varios miles de borbones, obregones, lequios y demás), empezando por dejar sin descendencia al principito del que ya algunos habían dicho que podía perder aceite.

Sin entrar en la orientación sexual de nadie, que ya que vive a tomar por culo (uy, perdón) me importa un rábano, el hecho de que mi prima Leti se haya quedado preñada es algo que me deja un puesto más lejano de ser Rey. Correcto, un puesto más en una lista de seguramente 13000 o 14000 que están por delante mía apenas se nota, pero para mí un puesto es un puesto. Y eso no puede ser. Mirándolo por el lado bueno, el hijo de la Obregón se ha quedado también un paso más lejos de poder ser rey, y es que si yo sería la coña controlando el cotarro, la Obregón como regente tiene que ser la leche (y cuidao que es bióloga, eh).

Así que la RICPC está planteándose seriamente hacer una especie de OPA hostil a la monarquía borbónica, a ver si cae algo (aunque sea un capón); y es que también falló miserablemente mi estrategia de colar mi nombre entre los posibles candidatos a presidente del Parlamento Vasco en medio de la confusión que rodeó aquello e ir escalando un poquito, así que de momento estamos como entonces.

Por cierto, que seguimos buscando financiación…

Si ésto te ha parecido una gilipollez, deberías haber leído El plan Antoñito I, II y III. Casi na.

El Plan Antoñito III

Sigo con las ideas revolucionarias, porque con lo avanzado que está el plan en pleno proceso expansionista (ya he llegado hasta la ventana del dormitorio de la vecina del 5º, estaba dudando entre eso y la panadería, pero lo primero es lo primero) todavía no hay escudo, ni bandera ni nada, y no se puede ir por la vida así.

  • Escudo : Inicialmente pensé en dragón pasante de plata en campo de sable con palo de gules, pero como eso no hay quien lo entienda, se queda en dos culebras ¡enfrentadas! sobre un sol negro (las culebras son para evitar problemas de copyright con Thulsa Doom S.A.L.).
  • Bandera : Peliagudo el tema porque el espacio disponible en la RICPC es bastante reducido y no cabe una bandera de proporciones normales, de momento se queda en un dos aceitunas negras flanqueando pepinillo y aceituna verde rellena de anchoa.
  • Himno: Como con el tema de la música lo único que se hacer es escucharla, tengo que echar mano de algo que ya haya hecho. Para mantener el espíritu de la RICPC, se establecerán tres himnos, a saber: lunes, miércoles y viernes la Marcha Imperial de John Williams, los martes, jueves y sábado el tema principal del Equipo A (que también es lustroso) y los domingos por ser un día especial el tema de créditos de Las Aventuras de Brisco County.

Todo esto tiene unos gastos tremendos (en cuestión de sobornos, claro) y alguien tendrá que hacerse cargo de la tesorería, además la RICPC necesita un martir que aporte ingentes cantidades de dinero (sin dar palo al agua, por supuesto), y digo martir porque el plan es que se tire un par de veces a Marujita Díaz y se infle a salir en Corazón rosa, Donde estás salsa, y demás aberraciones televisivas.

El Plan Antoñito II

Ayer dejé solo la exposición del plan de secesión de la República Independiente Cojonera del Patio de mi Casa, y ahora voy además a comentar algunos temas de candente actualidad al respecto. De inicio voy a dejar claro que como todavía no se seguro el cargo supremo que me voy a dar, lo dejaré de momento en «El Líder», más adelante decidiré si ponerme emperador o merluza.

¿Cómo conseguirlo? En este país (ahora ya se puede decir «este país», ya no está en boga eso de «que no se dice este país, se dice Es Pa Ña»), el método más sencillo de conseguir algo es untando al encargado correspondiente, ya sea concejal, ministro o técnico de sanidad urbana, así que nada tan sencillo como amenazarles con «No necesito para nada vuestro país, me voy a montar yo uno, con casinos… ¡Y furcias!», y automáticamente se apuntan al carro. Ésto nos lleva directamente a tener que permitirles la entrada (al menos al principio), y eso a la doble nacionalidad…

¿Por qué la doble nacionalidad? La República Independiente Cojonera del Patio de mi Casa (de aquí en adelante RICPC, que lo otro es muy largo) tendrá como norma básica que NO se trabaja, el trabajo está prohibido, así que el que quiera hacer cosas tan gorrinas como trabajar tendrá que salir del patio e irse a España; y uno de los sistemas más fáciles es no dejar de ser español, así que doblemente nacionalizados.

¿Cómo se consigue la nacionalidad? Muy sencillo, los hombres solo necesitan hacer una donación o aportación al capital técnico/funcional de la RICPC, como puede ser traerse una tele de plasma o piratearle una línea de 2 megas a telefónica, a convenir con el Líder. Las mujeres por contra, para conseguir la nacionalidad solo tienen que besar a menudo al Líder (o sea, a mí, no acepten imitaciones).

¿Cómo consigue mantener la economía la RICPC? Después de conseguir unas cuantas fotografías del presidente del Banco Internacional en actitud más que cariñosa con una señora que no sea su mujer ni pariente cercano, tendré cogida por el mango la sartén del paraíso fiscal, así que haremos como Suiza en sus buenos tiempos y nos dedicaremos a blanquearle el dinero a mafias internacionales del tráfico de alpargatas y a instituciones como la SGAE.

¿Cual será el gentilicio de la RICPC? De momento no está claro, pero podría ser Cojoneros, Cojonicos o Cojonudos (personalmente me decanto por éste último, que siempre mola decir que uno es cojonudo). Se admiten propuestas.

El Plan Antoñito

Ahora que se pone de moda el tema de presentar planes imposibles o al menos estúpidos, lease por ejemplo el Plan Ibarretxe (que estoy convencido de que en realidad se trata simplemente de una treta para que Vulcano se pueda anexionar el País Vasco), el menda no podía menos que presentar su propio plan de secesión.

Por la presente, el patio de mi casa (que es particular y cuando llueve se moja como los demás) se instituye como República Independiente Cojonera (por mis cojones, vaya), y se separa del resto del territorio español por un asunto de soberanía histórica (aqui nadie ha venido a mandar de fuera de la familia). La legislación la iremos haciendo sobre la marcha, pero contempla la no-creación de cárceles, y la inmediata expulsión del país a cualquiera que incumpla las leyes (patada en el culo y traspasas la frontera con España), la puesta en marcha de un canal de televisión que solo repondrá películas de la talla del Ataque de los tomates asesinos y Japón bajo el terror del monstruo (así como reposiciones contínuas de Chicho Terremoto, Matrimonio con hijos y Futurama, entre otras). En cualquier caso pienso declararme Jefe del Gobierno de la República o Primer Ministro, o mejor aún Subdirector de la República («De usted, Antoñito, de usted»).

Por supuesto después empezaré una cruzada expansionista para anexionarme algunos territorios importantes, como pueden ser: la panadería, la carnicería y al menos un supermercado (que pagar las tasas por cruzar la frontera a diario tiene mala pinta), y el piso de la vecina del 5º (que está cañón).

Había pensado en ponerle de nombre Plan 9 pero lo descarté (el anterior Plan 9 fue un desastre), también Plan Marshall (pero estaba cogido), o Libertad Duradera (pero no cuadraba), así que lo dejaremos en Plan Antoñito que al menos tiene carisma.

Y lo mejor de todo es que a mí no me lo van a negar como a Ibarretxe, porque se pensarán que estoy de coña… (insertar aquí risa maquiavélica).