¿Intimique?

A todo el mundo le gusta tener un poquito de tranquilidad y le hace falta otra poquita de soledad cuando tiene que hacer determinadas cosas (y no hablo de cochinadas, que nos conocemos… pero también); también aunque sea un pequeño espacio personal en que poder tener sus asuntillos privados y sus pequeños secretos.

Eso es lo que se viene llamando intimidad.

La necesidad intimidad se manifiesta de muchas formas, tantas como el objeto de esa necesidad y la edad, porque claro, no se tienen las mismas necesidades con trece años que con treinta, aunque en las dos es importante ese pequeño reducto de íntima privacidad.

A nivel superficial, es intimidad lo que a uno le gusta cuando se sienta en el váter a repoblar los bosques españoles (lo que habitualmente se conoce como plantar un pino), así con tranquilidad y sosiego, se baja uno pantalones y gallumbos (o bragas, o tanga), se sienta, le da un escalofrío de esos de descubrir que la taza está helada y amenaza congelarte los pelillos del pompis y se prepara para soltar lo que tenga que soltar; algunos ya realmente parsimoniosos (o que sufren las hemorroides en silencio) con su periódico o su libro de turno. Ah, que solaz, que placer… Y entonces entra un hermano/padre/cuñado/suegro o hermana/madre/cuñada/suegra (esto es porque ya se sabe que TPF está a la vanguardia de lo políticamente correcto, mis estimados lectores y lectoras), y te preguntan que dónde están las pilas del mp3 (espera que ahora mismo las estoy cargando, mmmmppffff), o que si tienes las pinzas del pelo (sí, espera que termino de depilarme los huevos), o que le pases por debajo de la puerta el champú (porque será que ahora el Pantén ese lo hacen en formato tarjeta de crédito). Total, que al final casi prefieres probar suerte en el bar de al lado, que está asqueroso pero es mucho más tranquilo.

También gusta de tener un poquito de intimidad de esa cuando uno quiere ver una película de las que llaman dramas intimistas, de esos que por muy hombre de pelo en pecho que seas corres el peligro de acabar con la producción de kleenex nacional, cuando rebuscando entre los cajones encuentras un Micho y te da por hacer memoria de los lejanos tiempos en que eras un moco que no levantaba tres palmos del suelo, cuando como en el anuncio del coche ese te da por escuchar los grandes éxitos de Locomía (que es curioso, nadie los escucha y a nadie le gustan, pero vendieron discos a patadas), o cuando ves esos grandes clásicos que son Conejitas Viciosas 2: El retorno del chichi juguetón, Si yo no soy Curro Jiménez que hago con este trabuco o Méteme tu espada de luz por mi reverso oscuro.

Quitando los últimos ejemplos, que deberían provocar más problemas a los chavales de trece años que a la gente cercana a la treintena… no? (qué horriblemente viejo me siento ahora mismo), creo que es evidente que hay momentos que conviene pasar en soledad o al menos sin más oídos de la cuenta: hablar con tu churri por teléfono mientras en la habitación hay más gente (como podrían ser compañeros de pisos pesados, no toda la culpa se la vamos a echar a la familia), lejos de ser una conversación a varias bandas, es una cabronada, sencillamente hay temas que no se pueden tratar con más de dos personas en la conversación.

Como se da el caso que hay gente que no puede huir lo suficientemente lejos de la familia (la gran y principal enemiga de eso llamado intimidad) para tener esa ansiada o directamente desconocida intimidad, voy a aportar unas cuantas opciones con las que conseguirla en estos ambientes de alta propensión a la falta de intimidad.

Aparte de salir huyendo lo más lejos posible, aprovechando que las plazas de Erasmus a Groenlandia están siempre sin cubrir, uno puede optar por no ducharse muy a menudo (entendamos por muy a menudo, lo de clásicamente ducharse cada dos semanas más o menos, que viene siendo lo habitual) y dedicarse a comer mayormente fabada con chorizo abundante (un método bastante infalible para que la gente te deje “tu espacio” tranquilo).

Eso se puede combinar también con lo de comprar un animal depredador y no darle de comer todos los días, así que el animalito esté siempre a la que salta con la gente de alrededor tuyo (hay que combinarlo con lo de la fabada y las duchas, al cabo de un mes el animal no te pondría en su dieta ni harto de vino, que tendrá hambre pero no es gilipollas), por ejemplo serían buenos los tigres, leones (que todos quieren ser los campeones), lobos y osos gigantes, descartaremos los tiburones y los tiranosaurios por motivos obvios. No, los cangrejos bermejos tampoco valen, es conocida su fiereza, pero tienen un olfato malísimo y podrían acabar atacando al dueño; y cuando un cangrejo bermejo te come las piernas, en los hospitales lo de la intimidad tampoco se estila mucho.

Otras formas de conseguir esa intimidad, sería contagiarse de ébola, aunque no suele durar mucho (el contagiado, la intimidad sí, una vez metido en la caja de madera, tienes intimidad a cascoporro), o de ladillas (aunque eso también puede reducir mucho tus necesidades de intimidad, lo que puede considerarse matar dos pájaros de un tiro, o una putada), piojos, pulgas, chinches… grandes aliados del buscador de intimidad.

Motivos más radicales son comprarse una careta de hockey y emprenderla a machetazos con todo quisque, pero no seremos muy brutos, que luego todo se sabe… Además, luego hace falta mucha intimidad para deshacerse de los cuerpos, que no es moco de pavo.

En conclusión, y sobre todo si no tienes lo que hay que tener para cometer una barbaridad, tener cerca a la familia y los amigos es cojonudo, pero en las dosis adecuadas. Por motivos así es por lo que se puede decir que “ten compañía con moderación, es tu responsabilidad”.

9 pensamientos en “¿Intimique?

  1. Noe

    Ah por cierto, tengo el Micho verde (ya sé que dicho así suena un poco mal y con lo retorcido que eres seguro que no has pensado nada bueno) así que cuando quieras te lo dejo, tranquilo que te daré también un paquete de kleenex (por si lloras no por otra cosa, vuelvo a hacer hincapié en lo retorcido que eres, aunque si te ponen los gatitos es cosa tuya…).

    Creo que voy a empezar a hacer una recogida de firmas para que todas las personas que vivimos más acompañadas de lo que nos gustaría tengamos nuestros ratillos de intimidad, si estás interesado házmelo saber, aunque creo que ya sé la respuesta xD

    ;)*

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  2. Alba

    que instructivo oiga… Que bonito leer algo del tipo a las 8.31 a.m. de un viernes… Casi se me saltan las lágrimas de la emoción.

    Porque chinchate… yo si sé lo que es la intimidad y sin tener que hacer nada de lo que has propuesto… (chinchate de nuevo XD)

    Venga,sé que te estás muriendo de envidia y que posiblemente me mandes a alguno de tus cangrejos bermejos a asesinarme… XD

    SSDD

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  3. Pikifiore

    Bendita intimidad…, yo tengo una habitacion en la que refugiarme pero nadie NADIE llama nunca a la puerta!!, y a veces incluso está ocupada y m echan incluso de ella. Me explico: el ordenador está en mi cuarto, así que, o corto el cable de conexión para que nadie entre, o tengo que comerme lo que estoy a putno de gritar cuando lo único que deseo es leer o dormir y está mi hermano/padre/cuñaaa/madre navegando por Internet.
    Por suerte, desde el invento del móvil, al menos lo de hablar con el churri en el salón ya se ha terminado

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  4. Mosky

    Oh Dios. Micho. Sniff sniff. Ya sé que era un gato, pero pienso ponerle ese nombre algún día a algún perro (pero como le digas algo al Mosqueperro en funciones te capo, que el animalito es muy sensible). Mi madre tenía guardadas mis cosas del cole, pero a saber dónde estarán ya. Ains… Lo que daría por verlas. *una nube de humo negro surge a mi lado y el diablo se abre paso frotándose las manos y diciendo «Excelente…»*

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  5. Mosky

    Oh Dios. Acabo de leer el comentario de Pikifiore y parece que lo hubiera escrito yo. Todo eso del pc en mi cuarto… Un déjà vu, lo que yo te diga.

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  6. AOH/Rasczak Autor

    Noe, sí, lo sé, soy un asqueroso, pero es parte de mi encanto. Jaja. Tú ve recogiendo firmas que es bueno, a ver si alguien es capaz luego de hacer que funcione, que habrá mucha gente interesada.

    Alba, sólo te recordaré que si por un casual un día me toca el eurogritón, sabré que tú no necesitas salir de casa de tu familia y me gastaré los minolles en cualquier otra cosa… Arrieros somos.

    Pikifiore, con esa habitación que tienes, llamarlo intimidad es algo pasarse. ¿No? A mí desde luego me desquiciarían igual. Paciencia, hija, paciencia, que algún día explotará la burbuja inmobiliaria esa y saltarán ladrillos para todos. O eso quisiera yo. XD

    Mosky… ¿Qué es eso del Mosqueperro en funciones? ¿Hay algo que quieras contarnos? Jajaja. Si es que el Micho era mucho Micho. Respecto a la habitación de Pikifiore, bienvenida al club de los que no vivimos en su habitación pero tenemos una que cumple con los mismos cochinos requisitos.

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  7. Gines

    Mae mia, yo me acuerdo del Micho de cuando iba mi hermano menor al cole. Lo mio fue «Mi primera cartilla»… Dioxxx, q viejo me siento, jajaja…

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