Mira al pajarito Vol. 2

Y allí me encontraba yo, allá donde ninguna dioptría había llegado antes…

Cuando me hicieron señas de entrar al quirófano yo andaba enfrascado en medio de una batalla apocalíptica contra el aburrimiento (seguramente al final el Lexatin si estuviera haciendo efecto), pero conseguí ponerme en pie y trasladarme por mí mismo a la camilla donde estaba el aparato de la lucecita roja, las flechas señalando la luz roja, el letrerito de «mire la luz roja» y el palurdo que decía «mira la luz roja». Vino a resultar que el mismo cacharro de echar la foto es la mismísima Estrella de la Muer… perdón, el láser de operar.

A uno cuando le dicen que le van a levantar la córnea, le van a dejar al descubierto un cacho de ojo y le van a pasar un láser por ahí, lo que le suele ocurrir es que piensa que lo van a atar como a los locos de las películas, de manos, pies, torso y frente. Pero no, resulta que tanto interés en endrogarte con el Lexatin y tal es porque ahí te dicen «quédate quieto», y tú te tienes que quedar quieto por amor al arte, acostadito en la camilla y con las piernas abiertas… Mal pensados, que sois unos mal pensados: que yo tengo costumbre de cruzar las piernas y ahí las querían descruzadas.

Y entonces, cuando me voy acostando es cuando me fijo en el cirujano, haría una descripción de él, pero acabamos antes si os digo que era la mismísima imagen del Dr. Nick, con acento y todo. Como podrá comprender el respetable (pa que veáis que buena opinión tengo de quienes leéis esto), ponerme en manos del Dr. Nick no es algo que inspire mucha confianza así a priori, pero cualquiera dice entonces que «mire usted, pero he pensao que no me opero, que lo dejamos para otro día». Así que me dejé caer bajo aquella máquina de destrucción corneal y me propuse ser lo mejor paciente que pudiera para que aquello diera para pocos malos chistes en un peor blog. Fallé miserablemente.

Primeramente te colocan una máscara facial adhesiva (que a la que te descuides te pela las cejas al quitarla), para que solo te asome el ojo a maquinar. Luego te colocan una cosa con forma ovalada para dejar bien separados los párpados, y mi gozo en un pozo porque yo pensaba que usarían algo como lo de La naranja mecánica, con la solera que tenía la idea… Y entonces empieza la operación, primero en el ojo derecho: me echan las gotas de la anestesia, pierdo la sensibilidad, luego pierdo la visión (buen rollito, entro a que me dejen la vista como nueva y lo que hacen es dejarme ciego); a todo esto el Dr. Nick diciéndome en todo momento lo que me iba a hacer, como si fuera un Jose María García al uso. Total, que cuando me quitaron la máscara facial (y buena parte de las cejas) aquello fue muy frustrantísimo, excepto por un detalle: el olor… Al principio comenzó siendo solo como una sensación en la punta de la nariz, pero aquello fue cogiendo consistencia a medida que oía el sonido del cacharro láser y fue tomando cuerpo, era como el olorcillo de pelo quemao (o como me dijo otra persona, como cuando están quitándole el plumón a un pollo para dejarlo listo para la cazuela), al principio me sorprendió un poco y no tenía yo muy claro de dónde saldría (se me pasó por la cabeza que se habían dejado algo encima de la ventilación del cacharro), hasta que se me ocurrió lo que debía ser evidente… lo que olía a quemado era yo, o sea, el churrasco era mi córnea. Qué buen rollo, sí señor, qué buen rollo.

Suponía yo que el ojo izquierdo sería igual, pero en el otro lado (cuanta astucia condensada), afortunadamente para vosotros, queridos buitres carroñ… perdón, queridos lectores quería decir, la cosa no fue ni igual ni parecida; quedaba todo lo bueno.

La cosa empezó con que no me echaron suficiente anestesia (y ya me imagino alguno por ahí frotándose las manos esperando sangre y gritos como una película italiana ochentera), con lo que sentir no sentí nada, pero lo ví todo todo y todo (como en el anuncio de los seguros), y os lo voy a contar… después de la publicidad…

¿Qué queréis que os diga? Es que estaba quedando muy largo… Juas.

Frase del día:
¿Mejor así o así?

4 pensamientos en “Mira al pajarito Vol. 2

  1. Azertyjo

    Mmmmmmmmmm por fin llegamos a la parte gore ;-) Y ojito con meterse con el maestro Dario Argento, aunque sólo sea por lo buena que está su hija :P

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  2. oren



    Con las cosas que cuentas… XD Una pregunta (ya se la hice a mi prima, que tambien se opero): no sentiste muchisimo agobio al sentir que perdias la vision? menos mal que dices que te van explicando todo, porque si no seria capaz de ponerme a patalear y chillar en medio del quirofano xD

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  3. AOH/Rasczak

    Azertyjo, yo en realidad estaba pensando el Lucio Fulci, no se por qué. Aceptamos Argento como dios y señor de la casquería italiana…

    Oren, la verdad es que no me agobié porque ya me lo habían advertido con bastante tiempo de antelación. Si no lo hubiera sabido más que agobiarme me hubiera ido por la pata. En el quirófano, aparte del Dr. Nick y mi oculista había al menos 4 personas más, apostaría que era precisamente por si alguien intentaba patalear, entre todos lo placan y listo. XD

    Kaguya, no seas rajada que el resultado es cojonudo, te lo digo yo (y ya sabes que yo nunca miento excepto cuando lo hago). XD

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