Que beau c’est l’amour… parfois

14 de febrero, fun fun fun. O algo así.

Qué gonito es el amor, de verdad, en serio. Cuando le pasa a otros, claro, porque como te pase a tí te comes las uñas pensando en quién estará echándole el ojo a la churri cuando tu no vigilas y la mejor manera de aplastar rodillas sin dejar rastros de que hayas sido tú. Pero no vamos a hablar de eso, que es la cara dolorosa (sobre todo para ese malnacido que no hace más que mirarle el escote, es miiiiiooooooo, si quieres un par como estas te las buscas so buitre, como te pille vas a cagar los dientes, que te tengo calao, que me he quedao con tu cara y se donde vives, no corras que es peor, ven aquí, ven).

Sin embargo tampoco vamos a hablar de la parte más bonita del amor, esa de los arrumacos, las carantoñas, los susurros al oído (hombre claro, no iban a ser susurros a los pies) y todas esas cositas que le dice uno a la parienta cuando se pone tienno (o a la farola cuando lleva 4 copazos de más, pero ese es un amor imposible). Ni siquiera vamos a hablar de los regalitos porque supongo que ese tema está más que trillado ya que todos los años es más de lo mismo (yo no sé que sería del mundo sin la caja roja de Nestlé, toda una institución), todos los años se compra la misma cosa (aunque el tanga de encaje cambia de color según el año) y todos los años se encuentra uno con el mismo problema (coño, hoy 14… a ver de dónde saco yo ahora una caja roja).

Pues no amigos, no, hoy vamos a hablar de la evolución de los métodos de conseguir el tan preciado amor a lo largo de los siglos, que no es que tenga precisamente poca miga la cosa.

Si nos remontamos lo suficientemente atrás, lo del ligoteo era algo tan chorra que ni siquiera se lo planteaban, nuestro tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatata tatatarabuelo (parece una ametralladora, pero es que si lo pongo todo seguido me descuadra la página, asco de HTML) cuando se lo quería pasar bien, simplemente se multiplicaba por escisión. Pero claro, así era todo demasiado sencillo y se tuvo que complicar (y volver más divertido, porque francamente a mí eso de escindirme me resulta pelín coñazo). Los creyentes tendrán que admitir con respecto a esto que Dios es un cachondo…

Remontándonos un poco menos la cosa seguía sin ser muy complicada. Nuestros tata[unos cuantos menos tatas menos que el de antes]rabuelos, veían una chati de buen ver (el estándar de entonces, claro, con que no le asomaran muchas ladillas y el pelo del sobaco diera para hacer trenzas era suficiente, aunque unas caderas anchas ayudaban), sacaban la garrota y le daban en la azotea (aclaro que la garrota es la de dar en la azotea y no otra clase de garrota, a ver qué vamos a ir pensando), y se la llevaban para la cueva. El idilio había comenzado y todos fueron felices y comieron tubérculos. Había veces, también es cierto, que la pasión llegaba a límites insospechados y los idilios se proclamaban a los cuatro vientos, como en aquella escena de En busca del fuego, donde el prota en momento de cariño ve a su chica inclinada sobre el riachuelo con el pompis hacia arriba y allá que va nuestro héroe a la carrera y pumba!!. Qué imagen tán bucólica. ¿Verdad?

Luego la cosa se complicó un poco más, había que matar algo grande y a ser posible quedarse con muchas tierras a golpe de garrota (aunque era un modelo de garrota algo más sofisticado que la de antes), entonces era la familia de la chica la que directamente te la daba enamorada, incluso con la dote. La dote venía a ser como eso de «te doy tres cerdos, una vaca y dos pollos y me quitas de encima este hija que tengo», y tú mirabas los marranos, la vaca y los pollos y si te interesaban te quedabas con la chica. Vamos, más fácil que caerse de una silla de goma. Además a la chica nadie le preguntaba nada, así que lo de ligar estaba más que chupao porque si la principal interesada ni opinaba no había problema. Aquello más que un enamoramiento era un negocio, pero ya que dicen que el roce hace el cariño lo mismo la churri te terminaba mirando con buenos ojos. Fíjate que de aquella época bien nos podrían haber quedado remanentes del trueque, como ese célebre «señora, le cambio a su hija por una guitarra y así tenemos los dos algo que tocar».

Más adelante se ponía incluso más jodida, porque empezó a tomarse en cuenta la opinión de la chica. ¿De quién sería la feliz idea? Vinieron los tiempos en que a la mujer había que ganársela agasajándola, haciéndole regalitos, mandándole cartitas y tal (y claro, algunos directamente estan condenados, porque yo le mando una carta de San Valentín a una chica como éste texto y ya me paso directamente la vida a pan y agua). O sea, había que convencer a la chavala de que el menda lerenda era el mejor partido del lugar (aunque hablando de partidos, como todavía no se había inventado el fútbol había un punto menos en contra de cada hombre). Eran los tiempos del amor cortés y toda esa cosa. El acabose. Deberían haberle dado una paliza al que decidió cambiar la garrota de la prehistoria por los poemas… Pero mira, ahí fue donde se descubrió que los mindunguis feos, enanos y peludos podían tener una posibilidad si por lo menos tenían inventiva.

Después se volvió a simplificar un poquito más en algunos niveles de la sociedad. Si estabas forrado te bastaba con que se te fueran cayendo billetes de los bolsillos y tenías pretendientas a montones, luego sólo tenías que elegir a la más interesante. Un consejo para las chicas, un zapatito de cristal es utilísimo para hacerse la interesante, aunque solo sea por el quiticlin quiticlin al caminar, pero que no os engañen en la película que un paso en falso y se monta un cirio de padre y muy señor mío; mejor probad con tangas de encaje.

Si eras pobre pues lo que tenías que hacer era medio camelar a la futura churri (eran los tiempos en que como eso de leer… como que no, se podía pasar de los poemitas), luego venía o bien lo más fácil, o bien lo más difícil, porque lo importante no era ligarse a la chica, sino a su padre. Tenías que ir a hacer una pedida oficial de mano, y dejarle claro al padre que ibas a respetarla hasta el matrimonio (que menos mal que las paredes del granero no hablaban, porque más de uno hubiera acabado tiroteado en la misma pedida de mano), ibas a quererla muchísimo, y que eres del Real Madrid (porque como fueras del Atleti las llevabas claras, que ahí es cuando se marcaba la diferencia entre si difícil o fácil, si en realidad eras del Madrid bien, pero si no… afú!), además de darle muchos nietos (eso al suegro le daba igual, pero la suegra también tiene mano para estas cosas y a ella sí le hacía ilu, a la que menos a tu futura churri, pero no todo el mundo puede ser igual de feliz). Todo se terminaba resumiendo a camelar al suegro, si lo conseguías te llevabas la chica y si no, lo mismo un par de postas loberas, porque la chica, el suegro y la escopeta del abuelo iban todos en el mismo pack.

Antepenúltimamente llegó aquello del amor libre, que según cuentan las malas (o buenas, según se mire) lenguas, te podías «enamorar» de alguien diferente cada día y todo el mundo feliz. Pero claro, aquello no podía durar mucho y a estas alturas del mundo yo pongo en serias dudas de que aquello realmente existiera.

Y por fin llegamos a la actualidad. La diversificación absoluta, el fin de los tiempos, el universo se colapsará sobre sí mismo antes de que un hombre tenga la menor idea de cómo enamorar a una mujer; cada cual tiene los gustos así en plan de su padre y de su madre. Poemitas, regalitos, decir cosas gonitas, es igual, el hombre es un pelele luchando contra los elementos, una pluma al viento azotada por las tormentas del errático y cruel destino… se me está yendo por momentos (pero que conste en acta que yo también sé escribir cosas gonitas y soy soltero y sin compromiso). Las mujeres aunque no lo crean lo tienen infinitamente más fácil, si se acercan a un tío y le dicen «tu, ven pa’cá» ya tienen la mayor parte del trabajo hecho, la otra mitad la hace solito ya el tanga de encaje.

Como véis amiguitos, a lo largo de la historia la cosa se ha ido acercando más y más a una sola cosa: que los hombres lo tengamos más difícil (y no nos engañemos, las mujeres también, porque cuando no había posibilidad de elegir, pase, pero ahora que la hay va y se complica). Si es que… cuando no se puede, no se puede, y cuando se puede tampoco, el mundo está hecho de una manera pelín rarita.

¿No?

El autor (o sea, yo) agradece encarecidamente las posibles faltas de ortografía y gramaticales del título a Idun, que ha tenido el detallazo de traducírmelo desde mi pseudoespañol al bello (y empalagoso) idioma de Gabacholandia.

Frase del día: «El amor es la única pieza geométrica que es estable sólo cuando tiene únicamente dos puntos de apoyo».

13 pensamientos en “Que beau c’est l’amour… parfois

  1. girlonaleash

    Dr.Ñito, bien sabes que disiento en eso de que las mujeres lo tienen casi todo hecho y el resto lo hace el tanga de encaje.
    A ver pondremos un ejemplo hipotético… Supongamos que se te acerca un ejemplar de cabra hembra (ver reportaje de foalworld sobre «national cutregraphic, las playas de la Comarca, es decir http://www.foalworld.blogspot.com), y te dice «ven pa’ca», probablemente no vayass ni para ver que narices quiere, y si se pone el tanga de encaje es que ni te asomas XDDDD (vamos yo, incluso siendo chica, no me acercaria XDDDD)
    Si conquistarnos es muy fácil, solo queremos a un chico guapo, inteligente, que nos trate como reinas, nos haga regalos, nos pague los caprichos, nos diga cada dia cosas «gonitas», …. *sigue diciendo cosas durante 4 horas*
    Tampoco es tanto, solo cuatro cosillas de ná XDDDDD

    CaRpE DiEm

    Responder
  2. Mosky

    Girlonaleash tiene razón. De hecho, yo soy facilona si el que me entra ese guapo, inteligente, divertido, simpático, huele bien, se depila (o sufrimos todos o esto es la puta selva), que no sea marica (léase tanto literalmente como ñoño-nenaza)… Así sí hombre.

    Responder
  3. Alba (sin nicotina)

    Garrotazos daba yo a diestro y siniestro… facil el panorama no lo veo yo eh? porque ni unos quieren na’ mas el tanga de encaje, y, nosotras, que con esto de la revolución femenina no nos dejamos enganchar por tres quesos y dos jamones, (ni siquiera por una Caja Roja, o Ferrero Rocher que tiene más alto nivel, o sea)

    Pero yo, que la exigencia no está entre mis virtudes, solo digo «por favor que no sea un metrosexuas de esos» y ya por ahi vamos bien….

    Y para acabar (en realidad no sé que queria decir ni que he acabado diciendo pero alguna chorrada fijo) decir que hasta tú puedes ser un pimpollito tienno… tanto tiempo yo pensando que eras todo maldad y no tenias corazón…

    Besos

    Responder
  4. AOH/Rasczak Autor

    Girlonaleash, vamos a ver, no es por contradecirte (que va a ser que sí) pero eso significa que no has probado el inmensísimo poder del tanga de encaje.

    Mosky, lástima que no existan hombres guapos, inteligentes, divertidos, simpáticos, que huelan bien, se depilen y sean heteros. Sólo se pueden elegir 6 de entre todas esas cualidades, así que podrías tener un hétero, guapo, inteligente, divertido y simpático, pero que tiene más pelo que el primo afro de kingkong y se ducha cuando le llueve sin tener paraguas. XD

    Alba, tienes toda la razón, si es que nadie se queda contento con nada, así no se puede ir por la vida. Por cierto, eso de «pimpollito tienno» ha echado por tierra años de cuidadosamente creada reputación, mi venganza será terrible…

    Susana, es lo que tiene la «historia». Jajajaja.

    Responder
  5. kamala

    Bueno, ¿¿¿y tú opinión??? Siempre igual, hablando de todo un poco pero dejando lo que esconde esa cabecita para ti mismo…. grrrrrrrr. Estoy segura de lo que te gustaría hacer este día, porque en el fondo tienes pinta de ser un romanticón, vamos, de los que se quedan embelesados mirando a la chica (y no me refiero al tanga de encaje).

    Dicho ésto, has hecho un buen resumen de la historia de las relaciones, pero no veo ni pizquita de amor. Hoy estoy rara, no sé, parece que todas las parejas tienen el mismo fin. Después del «cortejo» inicial, no queda mucho más digno de destacar. ¿Esta es la herencia que nos queda?

    Ay, no me hagas mucho caso. Tienes una gran imaginación, en serio, he alucinado un poquito con tu texto súper largo jajaja. Y la frase del día me ha gustado mucho.

    Un beso…

    Responder
  6. Rankart

    Emm. No se, corrigeme si me equivoco, pero hasta ahora todos los comentarios ¿no son del mal llamado sexo débil? Que si, que ya se, es distinto, pero por lo menos induce a pensar que no se te dan tan mal las chicas. En cuanto a lo de ligar yo casi creo que mejor que ahora nunca ha estado, al menos para tímidos. Antes le pedías el teléfono a una chica y cuando la llamabas te salía su madre, o peor aún, su padre. Por cierto, que no se porqué, yo tenía mucha mejor memoria para los números que para los nombres con lo cual la primera llamada siempre estaba rezando para que me saliera ella y poder decirle algo del estilo «holaguapísima» por que de lo contrario a ver por quién preguntaba. Ahora tienes movil, chat, messenger, blog …

    En fin, es una opinión personal. En cualquier caso, el tipo que conozco que mas liga con diferecia es bajito y flacucho pero tiene una labia impresionante. Por lo menos parece que te has vuelto a ligar a las musas ¿no?

    Responder
  7. Mosky

    He entrado hoy y la frase del día arriba era cierta frasecilla de Ortega y Gasset que me dijiste ayer y que pienso convertir en mi lema. Cuando surque los mares degollando gentuza y robando tesores, compondré con ella una cancioncita y haré que se la aprenda mi tripulación.

    Responder
  8. AOH/Rasczak Autor

    Kamala,… bueno, ya sabes. XD

    Rankart, no te tomes demasiado en serio nada de lo que leas aquí, o te harás una idea bastante equivocada sobre mí y mi vida.

    Mosky, tienes suerte de que sea de Ortega y Gasset, si no te pediria royaltis. Jajajaja.

    Responder
  9. Etiam

    Oh, oh, regreso tras un mes de mutismo absoluto (cortesía de mis exámenes) y me encuentro a este muchacho en plan romántico,hablando del amor y esas cositas, tema obligado por estas fechas y estos tiempos que corren… pues qué quieres que te diga, veo el panorama negrito, y bien negrito, porque no es fácil encontrar un chico que comprenda que para ligar basta con que sea él mismo, que no tiene que inventarse mil trolas para impresionar ( las mentiras se pillan rápido), que los calcetines rellenando los gayumbos se notan a kilómetros, que el desodorante no es un artículo de lujo, que ser cariñoso no es sinónimo de ser una nenaza, que una cosa es acariciar y otra sobar, que ser romántico no es mandar por mail un poema sacado de una de esas páginas-recopilatorios de poemitas románticos ( los de Neruda me los sé casi todos casi de memoria) y me podría tirar media noche poniendo ejemplos. Me dijeron que los chicos eran simples, pero aprendí que cuando les entra el instinto «amoroso», «llamada de la selva» y blablá, se complican muchíiiisimo la vida.
    Un besito, me lo has puesto fácil, jeje

    Responder
  10. AOH/Rasczak Autor

    Etiam, de acuerdo contigo, los tíos se (nos) calientan la cabeza demasiado en esos casos. Pero por Dios. ¡Ser uno mismo! ¡No! ¡Nunca! ¡Eso son demasiados defectos juntos!

    Responder
  11. Etiam

    AOH, qué pena que digas eso, con lo gonico que es conocer a la otra persona tal como es, jeje, con sus defectillos y virtudes.

    Responder
  12. AOH/Rasczak Autor

    Nada, nada, eso nunca, a ser posible incluso a una cita conviene mandar a un modelo como sustituto, y solo cambiarse por él cuando la cosa ya esté bien encauzada. XD

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *