Más anuncios (the sequel)

Seguimos con un rapidísimo repaso a la actualidad más rabiosa en el tema de los anuncios, y empezamos con:

  • El bífidus. Similar al L-Casei en concepto, es la prueba de que a la gente se le puede vender la moto y hacer que se embuchen cualquier cosa diciéndoles que funciona. Ésto también te lo ponen en cualquier cosa, los yogures, la leche, el queso, los condones… No hay nadie a salvo del bífidus, hasta que se descubra que es un sistema de control mundial que usa una conspiración judeomasónica cuyos papeles se perdieron afortunadamente en el incendio del Windsor. El firmante ha adquirido ya una capacidad innata para esquivar estos productos, puedo olerlos a tres pasillos de distancia en Carrefour.
  • Mistol Proaction Plus 98 Octanos. (Con bífidus activo, claro) Es lo más en cuanto a repartir en el hogar las tareas, idoneo para las parejas en las que el hombre pasa de todo, porque además de dejar los platos ultrabrillantes y sin que queden manchitas del secado, es capaz de atraer a los hombres en dirección al fregadero incluso en los peores casos. Es capaz de lidiar con la grasa más incrustada y da igual que ni frotes, la grasa sale corriendo ella sola si te descuidas; por si fuera poco con un solo bote de Mistol Proaction Plus 98 Octanos (o algo así), puedes lavar tranquilamente 15000 millones de platos (milmillón arriba, milmillón abajo).
  • Oraldine. (Que no tiene bífidus, pero como si lo tuviera) Es algo así como meterse un chupito al 50% de lejía y 50% de queroseno, pero en caro. No deja ni un bichito entre los dientes y te queda el esmalte, las encías y la lengua como si te la hubieran pulido y encerado 50 pitufos. Lo recomiendan todos los dentistas del mundo, pero deben ser ellos solos, porque todavía no conozco nadie que lo haya usado y lo recomiende.
  • Reductores de celulitis en general. No existen los métodos infalibles para resolver la celulitis, excepto, quizás, salir en un anuncio de anticelulítico, eso es mano de santo. No se sabe muy bien por qué pero, una vez más, quienes anuncian estas cosas son precisamente las mujeres que no lo necesitan para nada: posaderas como para ponerlas en un pedestal, unas piernas de órdago y en general un tipazo que evidencian lo que no va a conseguir nadie por el uso del producto. Increible ble.

Seguiremos informando.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *